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Autor para correspondencia MVZ. Cristina Yadira Gómez Sánchez.
El termino pioderma se refiere a la infección bacteriana de la piel y es una presentación común en la clínica de pequeños animales. Un alto porcentaje de los casos de piodermas, anteriormente conocido como parche caliente en el perro están asociados con bacterias del género Staphyloccocus. Los factores que predisponen al perro a esta infección son objeto de estudio hasta el día de hoy (estrato corneo más delgado, ausencia del tapón folicular en la entrada el folículo piloso canino, pH cutáneo más elevado, escasez de lípidos intercelulares).
Tomada de https://www.clinicaraza.com/blog/dali-el-estres-pudo-cusarte-esa-lesion-pioderma-canina
En raras ocasiones el pioderma es una patología primaria. Las enfermedades subyacentes juegan un papel importante en su etiología, sobre todo si se toma en cuenta que la mayoría de las infecciones cutáneas estafilocócicas involucran a cepas de la flora bacteriana de la piel de perros sanos. Con esta etiología secundaria y la necesidad del uso responsable de antibióticos, el diagnostico de pioderma siempre debe incluir el reconocimiento de lesiones cutáneas sugestivas y la profundidad probable de la infección; confirmación de infección bacteriana por citología; e identificación de la enfermedad primaria subyacente.
Pioderma Perro
De acuerdo con la profundidad de la infección y la naturaleza del proceso inflamatorio, el pioderma puede ser superficial o profundo. El pioderma profundo es menos frecuente que el superficial y para su resolución es necesario un diagnóstico correcto y un tratamiento adecuado y prolongado. Para ello nos orientaremos fundamentalmente por el cuadro lesional y los hallazgos citológicos. En ocasiones, los animales se encuentran decaídos y tienen fiebre. La analítica sanguínea puede mostrar leucocitosis, neutrofilia y linfopenia.
Clasificación de piodermas
Es recomendable realizar una citología de la lesión cutánea para confirmar la presencia de infección bacteriana. El método de impronta en portaobjetos o cinta tiene una sensibilidad del 93% basada en la presencia de neutrófilos y cocos intracelulares.
Se requiere terapia antibiótica sistémica para tratar el pioderma generalizado, pioderma profundo y pioderma recurrente y esta debe combinarse con terapia tópica cuando sea posible. Dicha terapia debe de estar basada en los hallazgos citológicos y en los resultados de cultivo con antibiograma. Idealmente, hacia la conclusión de la terapia antimicrobiana, todos los pacientes deben ser reevaluados por el médico para asegurar la resolución de la infección, además el tratamiento debe de continuarse cuando menos por dos semanas después de la resolución de las lesiones clínicas.
Anteriormente, todas las infecciones cutáneas se atribuían al S. aureus pero en varios trabajos se ha determinado que aproximadamente el 90% de los perros sanos están colonizados por S. pseudintermedius, ya sea a nivel de piel o en mucosas. Esta cepa presenta resistencia a las penicilinas en primer lugar, seguido de la eritromicina y la enrofloxacina, razón por la que se tienen que elegir antibióticos de diferentes clases.
El éxito de la terapia sistémica del pioderma depende de:
(1) la elección del fármaco.
(2) Dosificación y frecuencia de administración.
(3) Duración del tratamiento y
(4) Seguimiento de este.
Además, de la resolución de las posibles causas subyacentes.
La Cefalexina es el antibiótico ideal contra el pioderma canino ya que es un bactericida con efecto sobre la mayoría de las bacterias Gram + que afectan a la piel, incluyendo S. pseudintermedius y algunas Gram -, tiene una excelente penetración en tejido cutáneo y pocos efectos secundarios reportados.
Referencias: