Hipocalcemia puerperal de la vaca lechera

Bio Zoo Hipocalcemia

Hipocalcemia

Autor para correspondencia MVZ. Armando Galán Madrigal

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La hipocalcemia es una enfermedad metabólica-nutricional, también conocida como fiebre de leche, parecía puerperal o hipocalcemia puerperal bovina, afecta principalmente a las vacas lecheras altamente especializadas, cuya calidad genética es muy elevada, lo que le permite tener altos rendimientos productivos, pero que son muy susceptibles a sufrir enfermedades por desequilibrios metabólicos debido a la alta actividad que le exigen los mayores niveles de producción. La causa principal de la hipocalcemia es el desequilibrio metabólico que generan los bajos niveles de calcio sérico durante el periparto, esto debido a los altos requerimientos de calcio durante la calostrogénesis. Uno de los principales componentes del calostro es el calcio, conforme va haciendo su transición a leche, la concentración de calcio en la leche va reduciéndose, sin embargo, los litros de leche producidos van en aumento, y la cantidad de calcio requerido es mayor. Para compensar este aumento en las necesidades de calcio el organismo de la vaca debe adaptarse, aumentando la capacidad de absorción de calcio en el intestino para lograr cubrir la demanda de este mineral.

El organismo regula la concentración de calcio por medio de tres vías, Cuando los mecanismos de homeostasis se activan de forma tardía se presenta la hipocalcemia clínica. La primera de estas vías es la movilización de calcio a partir del tejido óseo, la segunda es mediante ingesta en la dieta y la tercera es por medio de la reabsorción de calcio a nivel renal, esto se realiza reteniendo calcio e intercambiándolo por fosforo, lo que genera hipofosforemia como consecuencia de la hipocalcemia. La regulación de la absorción de calcio a nivel intestinal inicia con la producción de calcitriol en los riñones y este es transportado por la proteína ligadora de vitamina D a través de la sangre, al llegar al intestino, se aumenta el nivel de proteínas que facilitan la absorción de calcio hacia la sangre, recuperando la concentración normal de calcio.

Para que este mecanismo de adaptación se realice de forma correcta se requiere una concentración sérica de Magnesio adecuada, es muy común que la hipomagnesemia desencadene una hipocalcemia. Otro factor que puede afectar la absorción de calcio es el pH sanguíneo, cuando se encuentra en niveles cercanos a 7.35 facilita la activación de la vitamina D, a niveles de 7.45 la activación de vitamina D se ve disminuida. Las sales aniónicas disminuyen el pH, facilitando el proceso de adaptación a la hipocalcemia. Contrario a lo que podría pensarse, consumos elevados de calcio y fosforo en la dieta preparto también es un factor predisponente para hipocalcemia postparto. Otra causa para el desarrollo de hipocalcemia es que las vacas no son expuestas a los rayos solares o el bajo consumo de vitamina D en el alimento, esto genera deficiencia de vitamina D y por lo tanto ambos también son factores predisponentes de hipocalcemia. La edad de las vacas también tiene influencia sobre el desarrollo de fiebre de la leche, esto se debe a que las vacas van perdiendo la capacidad de sintetizar vitamina D en la piel, además el número de receptores en el intestino para esta vitamina, también se ven disminuidos lo que genera una menor adaptación a la hipocalcemia, razón por la cual los casos de hipocalcemia clínica son más comunes en vacas con mayor número de partos.

Hipocalcemia clínica y subclínica:

La presentación de la enfermedad depende la concentración sérica de calcio, cuando el valor es menor a 1.5 mmol/L se presenta la hipocalcemia clínica, y la podemos dividir en tres etapas: durante la primera etapa se presenta un breve estado de excitación y tetania con hipersensibilidad y temblores musculares. El animal evita moverse y no come, el animal solo se mueve cuando es obligado y sus movimientos son dificultosos dada la rigidez de los miembros, con riesgo de caer fácilmente. La segunda etapa, en la cual el animal ya se encuentra en decúbito esternal, deprimido, torciendo la cabeza como mirándose el flanco. La tetania de los miembros ha desaparecido, pero igualmente el animal no puede levantarse. El hocico está seco, las extremidades frías y la temperatura rectal puede disminuir hasta 36 °C. En la tercera etapa, la vaca muestra un estado de coma con decúbito lateral. El animal no puede levantarse y se produce un meteorismo secundario. Si el animal no recibe tratamiento rara vez hay recuperación, y terminará muriendo por insuficiencia respiratoria. Si conjuntamente existe una hipomagnesemia (disminución del Mg en sangre) el animal mantiene el cuadro de tetania e hiperexcitabilidad en todas las etapas.

La hipocalcemia subclínica se presenta cuando la concentración de calcio en sangre se encuentra entre 1.5 y 2.1 mmol/L, a estos niveles las vacas se observan aparentemente sanas, sin embargo, esta condición tiene repercusiones a futuro en salud, reproducción y productividad debido a la mayor incidencia de problemas de salud como mastitis, retención de membranas fetales, desplazamiento de abomaso, distocias y cetosis lo cual evidentemente agrava el balance energético negativo.

Prevención de la hipocalcemia puerperal:

Con el objetivo de disminuir la incidencia y las afectaciones económicas que se generan con esta enfermedad, se han desarrollado estrategias que ayudan en su control, estas medidas preventivas se deben realizar durante el periodo de transición, etapa que inicia tres semanas antes del parto y 3 semanas después del parto, se debe buscar que las vacas alcancen un estado de acidosis sistémica compensada, lo cual es más sencillo de alcanzar con el uso de sales aniónicas.

Otra acción muy eficiente es la reducción de calcio en la dieta, de este modo conseguimos que los mecanismos homeostáticos de calcio no se vean paralizados durante el periodo seco. Las necesidades de calcio de una vaca seca de 500 kg son de 33 g/día durante los dos últimos meses de gestación, cuando se ven cubiertos los requerimientos, los mecanismos homeostáticos quedan prácticamente inactivos. Al reducir la ingesta de calcio a menos de 20 g/día en el periodo seco, los mecanismos homeostáticos se activan antes del parto y la eficacia de absorción y reabsorción del mineral son más eficientes tras el parto. El periodo en el que se considera necesario bajar el contenido de calcio en la dieta varía según diversos autores, sin embargo, se encuentra entre 7 a 14 días preparto. Otras estrategias que pueden agregarse para reducir la incidencia de fiebre de leche son, la suplementación con vitamina D entre cuatro y dos días antes del parto, la administración oral de calcio en el periparto, controlar la condición corporal también ayuda para reducir la incidencia de hipocalcemia.

Tratamiento de la hipocalcemia clínica:

El tratamiento de elección para vacas caídas por hipocalcemia son las soluciones de calcio intravenoso, generalmente acompañadas con magnesio y fosforo, estas ayudan a restablecer rápidamente los niveles de estos minerales a nivel sérico, recuperando el equilibrio homeostático de la vaca. Se debe tener cuidado en la velocidad de administración para evitar arritmias cardiacas, que pueden ser potencialmente mortales, por lo cual el calcio intravenoso debe ser administrado de forma lenta siempre. De ser posible, se deben realizar revisiones de rutina para conocer los niveles de calcio en vacas frescas y es recomendable dar bolos de calcio oral a las vacas que presenten hipocalcemia subclínica para evitar que pasen a la presentación clínica. No es recomendable que se administre calcio intravenoso en vacas con niveles de calcio normales, ya que después de su aplicación se genera un pico de calcio en los niveles sanguíneos, inactivando la PTH, lo que podría llevar a la aparición de hipocalcemia subclínica.

La hipocalcemia, en cualquiera de sus dos presentaciones, clínica o subclínica, tiene importantes repercusiones en la salud de las vacas, es una de las enfermedades que mayores problemas causa en los hatos lecheros, para disminuir las perdidas económicas causadas por la fiebre de leche, se deben llevar a cabo manejos preventivos, principalmente en la alimentación de las vacas durante el periodo de transición, reduciendo la incidencia de la enfermedad y aumentando la rentabilidad del establo.

Bibliografía:

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